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lunes, 20 de abril de 2009

Reparación endovascular de fístula arteriovenosa femoral bilateral tras cateterismo

El aumento del número de cateterismos cardíacos para el diagnóstico y el tratamiento de la patología cardíaca se ha acompañado de un incremento en la incidencia de complicaciones vasculares. Las fístulas arteriovenosas tras cateterismo tienen una incidencia escasa (1%). Caso clínico. Varón de 64 años con antecedentes de tabaquismo, dislipemia, hipertensión arterial, broncopatía crónica y cardiopatía isquémica crónica que precisó revascularización quirúrgica hace 18 años y angioplastia con implantación de dos stents hace un año. Fue remitido a nuestro servicio por claudicación intermitente a cortas distancias en el miembro inferior izquierdo de aparición brusca tras realización de cateterismo de control. El estudio arteriográfico demostró la presencia de una oclusión segmentaria de la arteria ilíaca externa izquierda y sendas fístulas arteriovenosas en ambos sectores femorales. El paciente fue intervenido de dichos hallazgos mediante técnica endovascular sin complicaciones perioperatorias. Conclusiones. Se distinguen tres tipos de factores de riesgo en el desarrollo de las fístulas arteriovenosas tras cateterismo: relacionados con el paciente, con el procedimiento y la anticoagulación en relación con éste. La reparación endovascular supone un procedimiento menos agresivo que la cirugía convencional en pacientes seleccionados, que ofrece excelentes resultados a corto y medio plazo.

Desde que en 1929 Forssman realizó el primer cateterismo cardíaco, el empleo de esta técnica ha presentado una evolución constante. En la actualidad se sigue utilizando la técnica de cateterización vascular percutánea descrita por Seldinger en 1953, y modificada por Judkins en 1967. El aumento progresivo en la realización de técnicas diagnósticas y terapéuticas de cateterización percutánea en los pacientes cardiópatas ha supuesto un incremento en el número total de complicaciones vasculares tras estos procedimientos. Entre las complicaciones más frecuentes de los procedimientos intervencionistas cardiovasculares percutáneos se encuentran aquellas relacionadas con las lesiones vasculares en el punto de punción: fístulas arteriovenosas, falsos aneurismas, hematomas, hemorragias, trombosis arterial y embolización periférica, con una incidencia que oscila entre el 0,5 y el 1% tras procedimientos diagnósticos, 0,9-9% tras angioplastia con balón, 5,7-17% tras el implante de stent, 5,2-10% tras valvuloplastia mitral percutánea y 10-37% tras procedimientos complejos y tras colocación de balón de contrapulsación . Estas complicaciones habitualmente precisan tratamientos adicionales como compresión prolongada o inyección de trombina (en el caso de falsos aneurismas), transfusión sanguínea o cirugía y, por tanto, estancias hospitalarias más prolongadas, con un incremento de la morbimortalidad y un consumo adicional de los recursos institucionales. En los procedimientos cardiovasculares percutáneos, el uso de catéteres e introductores de gran calibre y la utilización de protocolos agresivos de anticoagulación y doble antiagregación sistémica justifican el incremento de complicaciones vasculares periféricas en la zona de acceso arterial, habitualmente femoral derecho. Las fístulas arteriovenosas iatrogénicas aparecen en alrededor del 1% de los pacientes tras un cateterismo cardíaco. La utilización de los stents recubiertos ha permitido minimizar los problemas que genera el tratamiento quirúrgico convencional. Presentamos el caso de un paciente con oclusión ilíaca izquierda y fístula arteriovenosa femoral bilateral tras cateterismo al que se ha tratado mediante técnica endovascular.


Ecocardiografía tridimensional

En las últimas décadas, la ecocardiografía ha sido la técnica no invasiva obligatoria en el estudio de las cardiopatías congénitas. Actualmente, la gran mayoría de los pacientes con cardiopatía congénita que precisan cirugía son intervenidos directamente a partir de los datos de la ecocardiografía. En los últimos años, la aparición de la ecocardiografía tridimensional (3D) en tiempo real, tras una larga investigación en la adquisición de este modo de imagen1, ha llevado a la práctica diaria una técnica sencilla y rápida que optimiza el estudio de las cardiopatías congénitas.

1. 3D en tiempo real. Permite la adquisición y visualización directa de un volumen cardíaco instantáneo de 40° ´ 20° con resolución máxima. Con este modo de ecocardiografía 3D es importante una cuidadosa manipulación de las ganancias ecocardiográficas. La colorización sepia ayuda a una mejor visualización volumétrica.

2. Volumen total. Modo de adquisición en el cual se recogen cuatro subvolúmenes bajo sincronización electrocardiográfica. La suma de estos subvolúmenes permite un estudio completo del corazón. Con ganancias altas, el volumen presenta una dimensión de 60° ´ 60° La obtención del volumen total debe hacerse idealmente en apnea con el fin de reducir los artefactos originados por la respiración. Este modo de adquisición permite manipular la imagen obtenida a través de múltiples ejes de corte. Las medidas de superficie valvular, diámetro de defectos septales y volúmenes ventriculares deben realizarse en una estación de trabajo (Qlab) conectada al ecocardiógrafo.

3. Doppler color. Modo de adquisición que requiere la obtención de siete subvolúmenes bajo monitorización electrocardiográfica; la suma de estos subvolúmenes constituye el volumen total. Se pueden estimar cortocircuitos o regurgitaciones valvulares una vez trasladados a la estación de trabajo.

4. Biplano en tiempo real. La sonda matricial permite la captura de dos imágenes bidimensionales (2D) con ángulos de incidencia diferentes desde una única ventana acústica. La imagen de referencia puede rotarse hasta 180° sin modificar la posición del transductor, así como inclinarse verticalmente de -30 a + 30°, y lateralmente, de -45 a + 45° Este modo de adquisición permite la utilización del Doppler color.


Ecocardiografía 3D en tiempo real desde la aurícula derecha que permite la visualización "de frente" del defecto interauricular
tipo ostium secundum (flecha) y bordes adyacentes. AD: aurícula derecha; AI: aurícula izquierda; VI: ventrículo izquierdo.






Ecocardiografía 3D en tiempo real con visión desde la aurícula derecha del dispositivo Amplatzer (flecha), oclusor de la comunicació
n interauricular tipo ostium secundum. AD: aurícula derecha; AI: aurícula izquierda; VD: ventrículo derecho; VI: ventrículo izquierdo.





Ecocardiografía 3D en tiempo real de comunicación interventricular muscular grande visualizada desde el ventrículo derecho (flecha). Se aprecia toda la superficie del tabique interventricular (parte de la pared libre del ventrículo derecho se ha recortado para una mejor visualización del defecto). AD: aurícula derecha; AI: aurícula izquierda; CIV: comunicación inter-ventricular; TIV: tabique interventricular; VD: ventrículo derecho; VI: ventrículo izquierdo.





Ecocardiografía 3D en tiempo real vista desde la cara ventricular proyección eje corto del cleft mitral (flecha): se observa la hendidura mitral en toda su extensión. VI: ventrículo izquierdo.






Por MD Rubio Vidal a, L Deiros Bronte a, MJ del Cerro Marín a, L García Guereta a, R Rodríguez b, F Moreno a
http://www.elsevier.es/revistas/ctl_servlet?_f=7064&articuloid=13124893





La torsade de pointes (TdP)

La torsade de pointes (TdP) es una causa frecuente de muerte súbita de origen cardiaco, sin embargo, su electrofisiología y tratamiento no están todavía claramente establecidos. Comunicamos el caso de una paciente portadora de marcapasos que presentó varios episodios de taquicardia helicoidal o TdP, que fueron eficazmente corregidos con sobreestimulación cardiaca de su marcapasos y sulfato de magnesio iv. La causa de la prolongación del QT y el inicio de esta arritmia pudo estar favorecido por la estimulación epicárdica de su marcapasos. Queremos incidir en la sobreestimulación cardiaca como tratamiento eficaz de la TdP, y en la necesidad de valorar el riesgobeneficio en la implantación de determinados tipos de marcapasos en pacientes con riesgo de prolongación del intervalo QT y muerte súbita secundaria a TdP.

La Torsade de pointes (TdP) es una forma singular de Taquicardia Ventricular (TV) polimorfa, que suele aparecer en caso de bradicardia y prolongación del intervalo QT. Se describe como una TV de morfología continuamente cambiante que parece rotar alrededor de una línea basal del ECG1. Este tipo de arritmias con frecuencia termina, pero suele recurrir y rara vez se mantiene estable, siendo causa de muerte súbita de origen cardiaco, por lo que es difícil conocer con fiabilidad su prevalencia. Es conocida la asociación de distintos fármacos con el riesgo de alargar el intervalo QT provocando, en ocasiones, Torsades de pointes en pacientes seleccionados (Tabla 1). Sin embargo, a pesar de la relación entre la prolongación de QT y la TdP, los mecanismos electrofisiológicos todavía siguen siendo inciertos. Por otro lado, la colocación de marcapasos es una práctica cada día más habitual, existiendo cada vez mayor complejidad en sus mecanismos. Hoy día existen diversos dispositivos de marcapasos, muchos de los cuales, por ejemplo los marcapasos biventriculares, han demostrado mejorar la calidad de vida de muchos enfermos así como una disminución de la mortalidad. A pesar de esto, se han descrito casos de muerte súbita de origen cardiaco en portadores de marcapasos biventriculares atribuidos a arritmias fatales3. Asimismo, existen datos que indican que la sobreestimulación con marcapasos auriculares4 o ventriculares5 puede ser un mecanismo eficaz para suprimir TdP y acortar el intervalo QT.